martes, 29 de abril de 2008

Snooker (2ª parte): Ronnie O'sullivan

Iba a escribir ayer pero, por diversas circunstancias, me fue imposible. Y ahora me alegro de no haber podido, después de la espectacular exhibición de ayer. Pero hagamos una breve presentación para los profanos en la materia.
¿Quién ese este tal Ronnie O'sullivan? Pues, aparte de ser un jugador de snooker, es un tipo muy peculiar. Nació en Essex hace 32 años y desde muy pequeño, suponemos que incluso cuando el taco era más alto que él, empezó a jugar a este curioso deporte. No sé si para este tipo de cosas se puede tener un talento natural e innato, pero él desde luego, tiene una capacidad que es sólo suya y de nadie más, que le hace totalmente único.
Me encanta Ronnie, no lo puedo negar. Y no se puede decir que sea un jugador tranquilo, educado, amable, que destaque por la caballerosidad propia los jugadores de billar y de los ingleses (pero no de los ingleses que van al fútbol, o que se pasean desnudos y descalzos por Benicassim). Más bien, podría decirse lo contrario: tiene un nervio que sorprende que no se haya dedicado al motociclismo o a hacer puenting o algo así. Entre sus múltiples conflictos, podemos destacar agresiones, sanciones, marihuana, juicios y audiencias de todos los modelos y colores, y trifulcas de todo tipo con varios jugadores de snooker. Entre éstos, creo que muchos le admiran profundamente y unos cuantos le odian por su comportamiento y su chulería. Pero supongo que él también detesta a unos cuantos y no sin razón.
Ronnie es mi jugador favorito, pero estoy seguro de que es el favorito de todo aquel que haya visto snooker de cuando en cuando. Porque él lo quiere es divertirse y divertir y su pique con otros jugadores se debe, sobre todo, a que considera que muchos convierten en el snooker en un juego lento y aburrido, pensando y pensando y dando un golpe cada tres minutos. Pero Ronnie intenta que cada partida de snooker sea un espectáculo, que sea algo rápido, dinámico; y muchas veces este afán por la velocidad y los golpes espectaculares le lleva a cometer errores y perder partidas. Aunque seguro que no le importa, y a los que nos gusta el snooker, se lo perdonamos. Por otra parte, nunca he visto que aplaudan a ningún jugador como le aplauden a él.
Está claro que es un poco excéntrico, es un tipo bastante raro, como todos los genios (un genio del snooker, vale, pero genial al fin y al cabo). Pero eso es precisamente lo que le hace especial. Le he visto hacer cosas extrañísimas: tirar sentado en la mesa, sacar varias bolas (una vez casi le parte la cabeza a un espectador), golpear intencionadamente una bola que no le corresponde, tirar antes de que el árbitro volviera a poner en la mesa la bola de color... Y es que hasta cuando está sentado esperando tiene más gracia que muchos jugando.
Le apodan "The Rocket", cosa que no sorprenderá a quien le haya visto jugar. Es incríble las cosas que es capaz de hacer, sobre todo teniendo en cuenta la velocidad a la que las hace. Ayer me dijeron algo que me hizo bastante gracia: "éste cuando juega parece que tiene prisa, parece que ha quedado con alguien". Y es verdad, lo único que tiene en mente es embocar una bola tras otra y ganar cuanto antes. Y no es el jugador que más torneos ha ganado, no es el que más centenas ha hecho... es simplemente el mejor. Una partida de snooker sin O'sullivan es algo así como, no sé, como una tarta sin chocholate; puede estar bien, incluso muy bien, pero no es lo mismo. Él lo hace todo especial, busca combinaciones imposibles, juega con la derecha, con la izquierda y, sobre todo, tiene obsesión por la bola negra, porque en las distancias cortas no hay nadie como él. Comprobadlo en el vídeo, el último frame de ayer contra Mark Williams. Sin comentarios. Ahora sí es el que más breaks máximos (o sea, de 147) ha conseguido, y además los más rápidos, cómo no. No tengo palabras, me parece un auténtico mago; ahora mismo es lo más parecido que tengo a un ídolo, a ver si encuentro una camiseta suya y me la compro.
Que ustedes los disfruten. Como dice un vídeo del Youtube: Ladies and Gentlemen, Ronnnie O'sullivan

miércoles, 23 de abril de 2008

Los grandes interrogantes

Haremos un paréntesis en el apasionante mundo del snooker para centrarnos en las grandes preguntas de la existencia humana. Reconozco que busco desesperadamente el comentario de todo visitante, pero es que necesito repuestas para poder llevar una vida digna sin estas dudas. Supongo que cada uno tiene sus propias teorías, yo también.
La primera duda que me corroe las entrañas es esa frase que todos hemos oído más de una vez cuando alguien con un oído como una zapatilla se pone a cantar: "No cantes que llueve". La verdad es que es difícil que se te ocurran dos cosas que tengan menos relación. ¿A quién se le ocurrió esto? Me parece tan absurdo que jamás lo entenderé hasta que alguien me dé una explicación mínimamente razonable. Pero no creo que exista.
La segunda tiene que ver con ese señor tan simpático que, con su cuerpo serrano, pretende meterse por la chimenea todas las Navidades. Nosotros lo conocemos como Papá Noel. ¿Papá de quién? ¿Dónde están sus hijos? ¿Son los enanitos esclavizados que le fabrican los regalos? Pero lo que me mosquea más es el tema de que en el resto del mundo, y también aquí, se le conozca como Santa Claus. ¿En qué momento un señor con esa barba puede ser Santa? Aquí mi teoría es que por un error de imprenta o por el boca a boca, que es muy traicionero, se haya generado una confusión y realmente se llama Taclaus, San Taclaus, que le pega mucho más.
La tercera se refiere a la pasta de dientes. A esos tubitos que mucha gente tendrá y que tienen la particularidad de lucir elegantes franjas de colores alrededor de la pasta blanca. Creo que alguna vez me lo han explicado y no lo entendí. ¿Cómo hacen para que se mezclen tan perfectamente las franjas con la pasta? Porque es imposible que todo esté mezclado dentro del tubo. Y tampoco hay dos compartimentos, uno para cada color. Por lo que lo único que se me ocurre es que la franja roja o verde se añada en la cabeza del tubo al salir la pasta blanca. Un auténtico misterio.
Y la cuarta me retrotrae a la infancia porque es una duda que me surge a propósito de Barrio Sésamo. Y no tiene que ver con el bañador ni el pijama de Espinete, sino con Don Pimpón. Muchas veces nos hemos preguntado ¿qué es Don Pimpón? ¿Es un oso? ¿Un perro gigante? ¿Un bigfoot mutante con tirantes? Espinete es un erizo y él también debería ser algo. Cuando lo he preguntado se llega a la conclusión de que, en realidad, es un Don Pimpón.
Ayudadme, necesito respuestas.
Y para acabar, y martirizar a quien lo vea con el soniquete en la cabeza durante un par de horas, un vídeo que me ha proporcionado el amigo Carlitos.

lunes, 21 de abril de 2008

Snooker (1ª parte)


Ya comenzó el campeonato del mundo de Snooker. Tenía ganas de escribir algo acerca de este magnífico deporte, o juego, o lo que sea. Supongo que igual que mucha gente, la primera vez que lo vi (por televisión, obviamente), me pregunté a quién se le habría ocurrido retransmitir una cosa tan extraña, una especie de billar de mesa gigante, con un montón de bolas de colores, dos señores jugando con pajarita y el público como en misa. Pero ante la curiodad que me produjo el no entender en qué consistía exactamente el juego, empecé a engancharme poco a poco. En definitiva se trata de meter las bolitas rojas combinándolas con las bolas de otros colores (amarilla, verde, marrón, azul, rosa y negra), que se devuelven a su lugar hasta que se acaban las rojas. Y después hay que meter también las de color por orden, de menor a mayor valor (de 2 a 7, las rojas valen 1). Es más sencillo de lo que parece, porque al final lo que hay que conseguir es más puntos que el rival. La Wikipedia, cómo no, lo explica bastante mejor que yo, por si a alguien le interesa más detalle. La gracia del juego está en el nivelazo que tienen los señores de la pajarita para conseguir colocar la bola blanca después de cada tiro, de manera que sea relativamente fácil embocar (esto tiene su jerga, porque lo de meter las bolas suena un poco fuerte para un deporte de caballeros tan elegantes) la siguiente bola y así conseguir una buena tacada de puntos. Entiendo que haya a quien no le guste o le resulte aburrido porque, como dice mi amigo el farmacéutico, quien, por cierto, también se ha enganchado de mala manera, la palabra para definir el juego no es precisamente "trepidante". Pero animo a todo el mundo a sentarse un rato, si es que tienen el canal Eurosport, a disfrutar viendo las cosas que se pueden hacer con un palito y unas bolas de colores, porque a veces la precisión es milimétrica y se ven jugadas increíbles.
Hoy, para abrir boca, un vídeo con unos cuantos tiros, aunque lo verdaderamente bueno del juego son las combinaciones, para mostrar la clase que tiene estos señores, que seguramente empezaron a jugar cuando el taco era más largo que ellos. Lo que me pregunto es si sus padres no fueron capaces de obligarles a ir al colegio en vez de pasarse el día en el bar jugando al billar de las narices, o si fueron ellos mismos los que decidieron que, si de verdad quieres que tus hijos te hagan rico, lo mejor es que se dejen de estudiar y se pongan a hacer algo día y noche hasta que sean los amos finales.


En el próximo capítulo..... Ronnie O'Sullivan

jueves, 17 de abril de 2008

Rarezas, secretos, vicios y mentiras

Joder, qué sugerente queda el título, ¿verdad? Lástima que luego no haya mucho que ofrecer. En fin, que respondiendo a una petición de una persona a la que estimo ligeramente, me dispongo a presentarme en sociedad, con el propósito desesperado de que mis trapos sucios atraigan al personal y se anime a comentar o a insultar algo. Antes tengo que decir que tal ser humano podría responder a esto mejor que yo, siendo además experta en Meme(s). Vamos allá:
Rarezas
Yo, leyendo lo que leo, lo primero que hago es preguntarme ¿qué es una rareza? Y después de darle vueltas me quedo siempre sin saberlo y lo dejo para otro día. Pero lo intento. Raro debe ser algo así como lo que no es normal. Qué cutre definir una cosa por lo que no es. En fin. Entonces, ¿lo normal es lo que debe ser o lo que generalmente es? Y llegado a este punto me pregunto, ¿a quién le pregunto? Da igual. La cuestión es que rarezas tengo infinito más una, y estoy orgulloso y no lo oculto, porque las rarezas son las cosas que nos hacen diferentes, lo que nos hace personas. Las ovejas, pobrecitas, son todas iguales, como las personas-borrego, cuando has visto una, las has vsto todas. Cierto que hay rarezas y rarezas, porque comerse las cacas de perro de la calle entra claramente en la región dela subnormalidad profunda, y a veces uno no sabe dónde está el límite.
Y por decir alguna, aparte de la evidente del corte de pelo, y quizá la de la ropa, pues la comida, que soy un marrano y no me gusta casi nada.
Secretos
Aquí voy a tener que abstenerme, porque si los cuento dejarían de serlo. Con lo cual, no pueden contarse secretos, sólo cosas que eran secretas. O sea, una cosa que deja de ser lo que era cuando se cuenta. ¡Qué vida esta!
Vicios
Obviamente, algunos de los vicios son secretos. Pero aparte de que amo el sabor dulce por encima de todo lo que pueda llegar a existir en este universo, hay un vicio que quiero dejar por todos los medios: la Play Station 2. Y lo dejaré cuando me compre la Xbox 360 o me llegue el presupuesto para la Play 3.
Mentiras
Odio profundamente a la gente que, en esos cutre-cuestionarios que todos hemos hecho, reponde: lo que más odio es la mentira. ¡Mentiroso! Y además un poco idiota. La mentira es la cosa útil y estupenda. Está claro que mal empleada puede ser una jodienda, pero la vida sería un infierno si no pudiéramos mentir. Y no me refiero a la caca de película de Jim Carrey, sino a que, a mí por lo menos, las mentiras me evitan tener que dar muchas e incómodas explicaciones. Eso sí, yo las uso generalmente con gente que no conozcno mucho o no tengo confianza ni ganas para decirle la verdad, si es que eso existe.

Y para acabar, un vídeo, mitad strange y mitad cutreibol, porque el título que le he puesto al post me ha recordado eso de "mentiras, traiciones, promesas vacías, miserias, tensiones y mil tonterías". Puede estar bien para otro MEME


miércoles, 16 de abril de 2008

Breve corrección

La falta de atención me ha llevado a cometer un error. El amigo Farma, a quien llamaremos así para conservar su anonimato (aunque quizá debería hacerle publicidad a ver si le contratan en televisión o algo y nos saca de pobres), me ha advertido de que el tal medicamento para las retinas no es ciclojopléjico sino ciclopléjico, tal como corrige Google si se presta un poco de atención. Y la corrección me ha enseñado dos cosas: una mala, que soy una empanadilla humana y mi cerebro entiende lo que quiere y lo que le conviene; y una buena, que ciclojopléjico, definitivamente, no significa nada. Así que me voy a atrever a dar una definición, muy apropiada para todos aquellos que participaron en la invención de tan absurda palabra: "individuo cuyo estado mental, no siempre transitorio y de causa desconocida, le impulsa a un comportamiento profundamente anormal, comunicándose por medio de palabras, gestos y sonidos difícilmente comprensibles para seres con un mínimo uso de razón". En concreto, algunas subespecies tienen especial predilección por hacer el gilipollas cada vez que les enfocan con una cámara de fotos. Ejemplo:

viernes, 11 de abril de 2008

Reflexión escatológica

El aburrimiento me lleva hacia extraños y absurdos pensamientos. Y hoy me ha dado por pensar en una bonita palabra cuyas connotaciones no alcanzaba a comprender, la verdad.
Este es un blog profundamente cultural, porque yo soy una persona con mucha agricultura y quiero que nos cultivemos todos. Pero, aunque podría ofrecer una chapa considerable al respecto, me centraré en los aspectos frikis y marranos del asunto. Como bien indica el título, la palabra en cuestión es escatología. Y el problema viene porque creía conocer la etimología del susodicho término y es lo que más me rayaba de todo (rayaba o rallaba???). Tengo un artículo, muy interesante, por cierto, con el sugerente título "Escatología y retórica en los diálogos platónicos". Una vez lo vio un coleguita y me preguntó qué tenía que ver el tocino con la velocidad (por no decir otra cosa). Y es que, salvo que me equivoque, lo que suele entenderse por cuestiones escatológicas todos sabemos lo que es. Sí, justamente con eso que pone a mi madre enferma cuando lo menciono mientras estamos comiendo. Y yo no entiendo el enfado porque es simplemente la otra cara de la moneda. La cosa es que, hasta donde alcanzaba mi conocimiento, escatología venía de "éschatos", último o extremo, más el lógos de toda la vida. Por eso escatología es primeramente todo lo que tiene que ver con la vida de ultratumba y el destino de las almas después de la muerte. ¿Pero qué tiene que ver con el sentido de la palabra que yo estoy pensando? Hombre, aunque sea un poco rebuscado, algo sí que tiene que ver con "último", porque es el final del proceso digestivo y esas cosas, pero no deja de ser extraño. O quizá alguien pensó que morirse es un mierda y de ahí la proximidad de los significados. Pero no, una vez más el diccionario me ha dejado en evidencia, y resulta que el otro sentido viene de "skor, skatós", excremento. Por lo tanto, escatología quiere decir "tratado de las cosas excrementicias", bonito palabro. No me importaría ver ese tratado.....
En fin, como tiene una ligera relación con el asunto, espero que os guste el vídeo de "muertes estúpidas" a quienes no lo hayáis visto; a mí me parece muy bueno. Y también le dedico esta entrada a una serie de personas que no se podían dormir si no les cantaba un hermoso tema a modo de nana, aquello del "Oh, ......, dulce placer". Y omito la palabra principal por si alguien está comiendo.

miércoles, 9 de abril de 2008

¡Qué poco dura lo bueno!

Hace justo hoy un mes me encontraba en el mismo sitio que ahora, de camino a Lisboa. Aunque estaba más cansado, después de una larga y turbulenta noche de carretera, y de presenciar el primero de los dos conciertos, que acabó con el bis más grande de la historia de la humanidad: Three imaginary boys, Fire in Cairo, Boys don't cry, Jumping someone else's train, Grinding halt, 10:15 y Killing an arab. Bueno, mentira, acabaron con Why can´t i be you. El caso es que fue increíble, a pesar de la espera y del poco entusiasmo de la gente de las primeras filas. Como las fotos no son muy allá, os ofrezco algún video:



Y este otro que me puso los pelos de punta:



Así que de Madrid a Lisboa, parando por el camino a recoger a mi acompañante, que no quería saber nada de lo que estaban tocando para que le cogiera todo de sorpresa. Tuvimos una suerte increíble, porque la gente va siempre donde va Vicente, y como había dos colas con 3 mil personas y otras dos con diez, pues la gente se iba al mogollón. Nosotros nos metimos por las otras, y la verdad es que nunca había estado tan cerca en un concierto, como podréis comprobar por la foto. Al final, con el movimiento, si estiraba el brazo tocaba la valla. Y yo, que ya tenía experiencia, dije: vamos a ponernos en el lado de este señor guitarrista, que es un mago:


Y ahí está, lo más parecido que se ha visto últimamente a Fétido Adams; con lo tranquilito que iba antes él con su americana y ahora lleva hasta pinchos en las botas... En fin, el caso es que las dos veces dio un recital. Y eso que yo siempre he sido más de Simon Gallup (Galupo para los que tenemos confianza con él). Pero hay que rendirse ante la evidencia: ahora que no hay teclado, él hace la guitarra, los teclados, y no canta porque no le quiere dar más disgustos a Robert Smith. Una de las que más me gustó, a parte de un Never enough con una sola guitarra y el Push que en concierto me parece superior, fue The Walk, que en su versión original ni tiene guitarras ni tiene nada:




Y bueno, del repertorio sólo cambiaron algnas cosillas, pero volvería a ver el mismo concierto cien veces más. De hecho, ya llevo seis, aunque unos mejores y más largos que otros. A ver si se dignan a sacar el disco nuevo y se marcan otra gira. Pero bueno, que nos quiten lo "bailao".


lunes, 7 de abril de 2008

¡Qué atrevida es la ignorancia!

Pues sí. Me disponía yo a dar la bienvenida a todo el que acceda a este lugar virtual para perturbados de todas las clases buscando mi blog, ciclojopléjico, en Google, cómo no. Y la cuestión es que quería que esta primera entrada sirviera para explicar a qué viene un nombre tan extraño. Como estaba poco ocurrente pensé, y con ayuda, en un nombre que no significase nada. Y recordé una circunstancia ya bastante lejana, en la que me encontraba con otros retramentas de mi nivel y todos en unas condiciones físicas y psíquicas que es mejor no mencionar. Estábamos tirados en la playa de Salou, cuando a alguien se le ocurrió que sería gracioso inventarse palabras. Y de entre las muchas subnormalidades que salieron de nuestras bocas, cuatro palabras se fijaron para siempre en nuestras débiles mentes: farrupio, cornúpeta, estrómpeto y ciclojopléjico. Menos la primera, yo creo que no se dijo ni una sola que no fuera esdrújula. Y de verdad que nos las estábamos inventando, o eso creíamos, porque al poco descubrimos que cornúpeta dícese de todo animal dotado de cuernos (y no pienso hacer chistes sobre esto) y, por antonomasia, del toro de lidia. Igual nos traicionó el subconciente, porque es muy traicionero, y ya se lo habíamos escuchado a Matías Prats padre en el Nodo o algo así, narrando la fiesta nacional.... Pero lo del ciclojopléjico no creo que nadie lo hubiera oído, sobre todo porque no estaba por allí nuestro amigo el farmacéutico, que es un tío muy cultivado y conoce palabras muy extrañas.
A lo que iba, que he buscado en google mi propio blog y la primera entrada que veo dice esta obviedad: "El ciclopentolato, como su nombre lo indica, es un ciclopléjico". Este es un blog cultural, y para muestra un botón. Hoy podréis decir que habéis aprendido algo sobre el ciclopentolato, por lo menos a pronunciarlo. Y no acaba aquí la cosa, porque hay quien se ha dignado a ofrecernos una definición precisa: "Fármaco utilizado para dejar al ojo en una situación de reposo o “no acomodación” de manera que podamos obtener un valor objetivo del estado refractivo del mismo. Se instala de forma tópica y los más utilizados son: atropina, homatropina, ciclopentolato y tropicamida". Yo, con vuestro permiso, voy a seguir fingiendo que no significa nada, así soy mucho más feliz.