martes, 27 de abril de 2010

Idealidad y realidad

"La tendencia fundamental de la filosofía kantiana consiste en poner de manifiesto la completa diversidad de lo real y de lo ideal, después que Locke se había encaminado ya en esa dirección. Superficialmente puede decirse: lo ideal es la forma perceptiva que se representa extensamente, con todas las propiedades que en ella se perciben; por el contrario, lo real es la cosa en sí y para sí, independiente de su forma de representación en el cerebro de otro o en el suyo propio. Sólo que es difícil determinar los límites entre ambos, y, con todo, esto es lo que importa precisamente. Locke ha probado que todo lo que en aquella forma es color, sonido, lisura, aspereza, dureza, blandura, frialdad, calor, etc (propiedades secundarias) es puramente ideal, es decir, que no corresponde a la cosa en sí (...) Locke dejó, en cambio, como lo real, que corresponde en sí, extensión, forma, impenetrabilidad, movimiento o reposo y número, que llamo, por consiguiente, propiedades primarias. Con reflexión infinitamente superior demostró después Kant que tampoco corresponden estas propiedades a la esencia puramente objetiva de las cosas o a la cosa en sí, y que por consiguiente no pueden ser simplemente reales porque están condicionadas por el espacio, el tiempo y la causalidad; pero que éstas, conforme a toda su regularidad y naturaleza, nos son dadas y conocidas antes de toda experiencia ; por lo cual deben estar preformadas en nosotros lo mismo que la manera específica de la sensibilidad y actividad de cada uno de nuestros sentidos. Ha querido, pues, significar que aquéllas son formas de la participación del cerebro en la percepción, como las sensaciones específicas de la de los respectivos órganos de los sentidos. Por consiguiente, según Kant, la esencia de las cosas puramente objetiva, independiente de nuestra representación y su aparato, que él llama cosa en sí, es decir, lo puramente real, en contraposición a lo ideal, es una cosa completamente distinta de la forma que se nos representa perceptivamente, a la que no hay que atribuirle ni siquiera extensión y duración, puesto que ha de ser independiente de espacio y tiempo.

Arthur Schopenhauer, Parerga y Paralipómena, § 13

6 comentarios:

taratela dijo...

Por lo tanto jamás sabremos que es o no real, pues dependemos totalmente de nuestras percepciones. ¿No?

Retrack dijo...

Eso es. Al menos eso es lo que pensaba Kant, porque Scvhopenhauer quiso ir un paso más allá, y buscó la realidad, el en sí, la esencia, en aquello que percibimos de una manera directa, con menos mediaciones, lo que, además de percibir y pensar, podemos sentir: nuestro propio cuerpo. Y concluyó que lo real es una voluntad, una tendencia ciega, irracional e infinita.
A mí me tiene bastante convencido.

Se agradece la visita

taratela dijo...

Una voluntad..., no se si lo acabo de entender,tendré que buscar algo de Scvhopenhauer...
Un saludo ^_^

Retrack dijo...

Dudo que te interese tanto como para consultarlo, pero aquí está muy bien explicado:
http://revistas.ucm.es/fsl/15756866/articulos/ASEM8989110083A.PDF

taratela dijo...

No sabes tu lo rara que es una...ya te cuento si consigo entender algo. thanks

taratela dijo...

No te dije que he empezado a entenderlo, y me convence sí. No entendía muy bien lo de la voluntad, porque lo daba por hecho, pero no todo lo que se percibe se percibe voluntariamente, y viceversa; es la voluntad un factor determinante a la hora de percibir...
Seguiré profundizando. Me viene muy bien, para mí y para mostrarles a mis alumnos mi visión del arte y porqué creamos...