lunes, 18 de enero de 2010

Ocultismo

Vengo de la biblioteca pública, de recoger mi carnet y buscar unos libros. Como es habitual, me dirijo a la sección de filosofía y observo con satisfacción que hay más libros de los que pensaba; no muchos, pero es que esperaba muy poco. Recorro los estantes con la vista y me topo con el compañero inseparable de la filosofía en toda biblioteca que se precie: el ocultismo. He soltado una carcajada, aunque no es la primera vez que veo algo así. Por un momento he pensado en preguntar por el autor de la genial idea de que los libros de filosofía y los de ocultismo se entremezclen de manera tan escandalosa. Pero después he pensado que, primero, no encontraría a tal individuo o conjunto y, segundo, quizá su respuesta fuese algo así como que se le ordenó el espíritu de su tatarabuelo que sigue viviendo en su casa del pueblo, ante lo cual nada podría yo decir.
Es curioso comprobar cómo los libros de Bertrand Russell, Descartes, Popper y Aristóteles tienen la desgracia de compartir lomo con otros que llevan títulos tan sugerentes como "Astrología para principiantes", "El triángulo de las Bermudas", "Psicofonías" y "Tu horóscopo". Da gusto verlo.
Me gustaría poner una cámara oculta y conocer a aquellos capaces de ponerse a leer cosas como esas. Seguro que son los mismos que, cuando tuvieron que soportar las clases de filosofía, preguntaban: "¿y eso pa qué vale?". Pues vale para ser un poco menos idiota, que algo es algo; y para llegar a comprender que el ocultismo, si vivieramos en una sociedad un pelín mejor, estaría prohibido. Porque es verdad que hay que tolerar opiniones y casi conformarse con que la gente lea (sea lo que sea), pero tampoco veo necesidad de fomerntar la estupidez, que por sí sola se propaga como la mejor de las lepras.
La filosofía: un intento de comprender racionalmente la realidad, el ser humano, el propio conocimiento, sin nunca conseguirlo por entero, tampoco parece capaz de explicar el hecho de que alguien mezcle sus libros con los de ocultismo, que es algo así como un conjunto de prácticas mágicas y misteriosas que busca desentrañar los secretos de la naturaleza, explicar lo oculto. Y para ello se sirve de las patrañas más grandes que se pueden imaginar; con lo cual, deberían estar en el polo opuesto de aquellos que buscan dar razón de los hechos y los comportamientos.
Mis amiguetes y yo usamos muy a menudo (por supuesto con el propósito de la humillación y la mofa) una frase: si no sabes di "no sé". Pero claro, todo buen amante del ocultismo sabrá de buena tinta que, si hay algo difícil de explicar, algo cuyas razones desconocemos, es mucho mejor inventarse cualquier cosa para quedar bien, y a ser posible tan estúpida que resulte imposible comprobar que lo es. Si la ciencia médica no puede explicar la enfermedad de un individuo, digamos mejor que el demonio, aburrido en sus infiernos, lo ha poseído; y nadie mejor que un cura con un crucifijo y una ristra de ajos para solucionar el problema. Si hay una mancha rara en la pared, ¿por qué vas a pensar que es una humedad cuando tú crees que es la cara de la Virgen, que no han encontrado un modo más sutil y menos antihigiénico de presentarse? Y si utilizas una grabadora y escuchas un sonido raro e indescifrable al reproducir, no pienses que el cassette tiene una calidad de sonido lamentable o la cinta defectos, pues lo más probable es que algún espíritu tenga algún mensaje para ti, que eres imbécil perdido. Además, lo astros demuestran que todos los que nacieron entre el 21 de septiembre y el 21 de octubre, son gente con el mismo carácter y las mismas circunstancias y probablemente este semana conocerán a alguien que cambiará su vida, en el trabajo deberán maneterse al margen de los problemas y en el dinero tendrán que privarse de un capricho pensando en el futuro. Porque nadie mejor que una vieja haciendo un solitario con una baraja de lunas, esqueletos y duendes puede decirte cómo será el futuro. Y si es por 1,50 euros el minuto, la probabilidad de acierto es aún mayor.
Pensándolo bien, ahora que empieza el plan Bolonia, voy a proponer a la Univerisdad un grado en ocultismo, para que así, en vez de terminar de telefonistas en Orange podamos hacer feliz a la gente desentrañando los misterios de la naturaleza sin necesidad de Newton, Darwin ni Einstein, que con sus físicas y sus mamarrachadas no me permiten comunicarme con Elvis y Bob Marley con una tabla de madera y un vasito, que es como se ha hecho toda la vida.

2 comentarios:

Johnny Mannes dijo...

Amigo retrack:
He observado que coincidimos plenamente con el tema de la erradicación del ocultismo. Y por ello, me atreveré a sugerirte varias revistas que llevan décadas tratando el tema con la mayor profesionalidad, y destapandonos toda la verdad sobre dicho tema: Playboy, Penthouse e Interviú(esta última trata el tema dentro de un ámbito mas nacional).
En este alarde de atrevimiento resolveré tu duda de porque encuentras en todas las bibliotecas los libros de Aristóteles junto a los de la Paco Porras. Y es, por el mero hecho de que en algun lugar tienen que poner los libros de filosofía.
P.D. Esto último sin ánimo de ofender

Anónimo dijo...

Ibas muy bien. Pero al final te has equivocado pero a lo grande.

¡¡¡ Con Bob Marley no te comunicas con una uija !!!!! ¡¡¡ Te comunicas con una oración entonada cuando llevas el grado justo de marihuana en el cuerpo !!!!!


Reeeeeeeeeggae!!!!