viernes, 11 de diciembre de 2009

No encuentro palabras para decirlo....

... y a veces siento que el pensamiento es un idioma de signos sin sentido.
Frase que siempre me ha parecido magnífica. Especialmente apropiada, además, para los Héroes del Silencio, que parecen empeñarse en hacer del lenguaje poco más que un conjunto de sonidos o hasta ruidos (con joyas como "¿querrías tú pintar una casa con alas?" o aquélla de "donde el hombre se asfixia escribe un testamento en Chile negro"). Es verdad que las palabras extrañas y las combinaciones de las mismas ofrecen resultados muy poéticos, pero a mí me resultan bastante irritantes.
En fin, siento que el pensamiento. ¿Es que se siente el pensamiento o sólo se quería evitar la repetición de "pienso que el pensamiento"? Da igual. La cuestión es que el pensamiento, o el lenguaje, que es lo mismo, pero pronunciado o escrito (porque se piensan palabras y frases y no situaciones o acontecimientos, que eso ya es imaginación), parece verdaderamente un idioma de signos sin sentido. A mí por lo menos sí. No sé si es habitual experimentar algo que para mí es cotidiano, como leer o escuchar a alguien y tener la duda de saber si esas palabras pertenecen a tu propio idioma. Y supongo que generaré la misma impresión en los demás, pues a veces yo mismo no tengo claro lo que digo ni lo que hago.
¿Y qué es el sentido? Pues quizá una pregunta sin sentido. Porque no todos entendemos lo mismo al oír las mismas palabras, porque comprender es fusionar ese sonido con lo que uno sabe, piensa y cree, porque nadie puede salir de sí mismo y pensar lo que otro piensa y sentir lo que otro siente, y lo que para ti tiene pleno sentido para mí es completamente absurdo. Porque la vida misma no tiene sentido, más que el que uno mismo sea capaz de inventarse. Porque hay palabras como mesa y casa que tienen referencia, el objeto tangible al que se refieren. Pero hay otras que sólo tienen sentido, la mayoría. Y no digo ya justicia o esperanza, sino casi todas las que utilizamos habitualmente. (Y no quiero entrar en terminología política del tipo "desde el talante" o "haremos todo lo posible" que intencionadamente no tienen ningún sentido, aunque hay que reconocerles la capacidad de hablar sin decir nada, que no es fácil).
Dicen que si pusiéramos a mil monos a aporrear un teclado durante mil años, acabarían escribiendo Hamlet. Dudo que un matemático aprobase estos cálculos. Las comibaciones de veintisiete letras son virtualmente infinitas y creo que ninguna de ellas es capaz de hacer pensar lo mismo a dos personas.
Dicen también que los niños aprenden a hablar imitando. Oyen papá y mamá y lo dicen. Y oyen perro y gato y lo dicen también. Pero al poco son capaces ya de inventar millones de frases que nunca antes habían oído, de crear pensamientos nunca pensados. Palabras con sentido para el que las dice, pero qué difícil es hacerse entender. Que me lo digan a mí, que ni entiendo ni me hago entender.

1 comentario:

Logan y Lory dijo...

Guau, cuanta tupa de reflexiones en un sólo escrito: material,
inmaterial, energía, ambiguedad..definiciones antónimas que gramaticalmente es imposible que concuerden en la misma palabra. anda que vaya lío colega :)
acá el logan