Que el hombre contemple, por lo tanto, la naturaleza entera de su alta y plena majestad; que aleje su vista de los bajos objetos que le rodean. Que mire esa brillante luz puesta como una lámpara eterna para iluminar el universo; que la tierra le parezca un punto comparada con la extensa órbita que describe, y que se asombre al ver que esta vasta órbita ella misma no es más que un punto muy fino al lado del que los astros que ruedan por el firmamento abarcan. Pero si nuestra vista se detiene allí, que la imaginación pase más adelante, más pronto se cansará de concebir que la naturaleza de suministrar. Todo este mundo visible no es más que un trazo imperceptible en el amplio seno de la naturaleza. No hay idea que nos acerque a ello. Por más que inflemos nuestros conceptos más allá de los espacios imaginables, no engendramos más que átomos en comparación a la realidad de las cosas. Es una esfera infinita cuyo centro está en todas partes y la circunferencia en ninguna.
(Blaise Pascal, Pensamientos, 84)
Señoras y Señores. Antropomorfísmo
Hace 16 horas
1 comentario:
Esa sensación de insignificancia la he tenido muchas veces... Y todavía es peor, mucho peor de lo que apenas alcanzo a comprender.
Aún así hay momentos en los que me creo algo... qué pena.
Un beso
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