miércoles, 3 de diciembre de 2008

La época más mavillosa del año

Hoy quiero exponerme a la crítica y al insulto, intentando saltarme ligeramente las normas de lo políticamente correcto, porque es algo que me sale de manera mucho más espontánea. Y todo surge a propósito de un fenómeno que habréis percibido: probablemnte por causa del cambio climático, hemos pasado a tener tan sólo tres estaciones: primavera, verano y Navidad. Sí, porque cuando uno tiene que echar mano de la manga larga, a principios de octubre, llega ya la Navidad, esa época del año en la que somos mejores personas, en la que nos invade (hablo por mí) un sentimiento habitual pero ahora exaltado: un asco irrefrenable generado en la boca del estómago y que necesito escupir cada cierto tiempo para no morir envenenado. Nada mejor en época de crisis que subir el precio del autobús y los impuestos, porque el Ayuntamiento está pensando en ti y necesita alegrarte el corazón con unos cuantos millones de euros invertidos en luces con preciosos adornos, hojas de árboles, corazones, y demás ornamentos de moderno diseño. Además, con esto quiere resolverse una duda, que es la de si suena el árbol que cae en la selva cuando no hay nadie para oírlo, pues se quiere saber si se malgasta la electricidad dejando las luces encencidas 24 horas al día, si siguen consumiendo cuando no hay nadie para verlas.
Esta época del año, quizá por el frío que ablanda o paraliza los cerebros, la imbecilidad humana alcanza cotas que no pueden repetirse hasta unos cuantos meses después. Y es que creo que, salvo los centros comerciales, todos deberíamos estar indignados. Yo, obviamente, no celebro la Navidad en la medida en que me es posible, porque otros siempre la celebran por mí y en mi nombre. Como diría mi madre, yo no creo ni en la luz eléctrica, por lo que la religión me queda ya bastante lejana. Y digo esto porque la Navidad es una fiesta religiosa, porque quizá casi nadie lo sabe, o al menos es lo que parece. No, no se celebra el nacimiento de Santa Claus, sino el de Jesucristo, el de Dios hecho hombre. Cada uno es libre de opinar, y para mí ese señor probablemente era un barbudo que curó momentáneamente a un par de epilépticos y al que encumbraron y mataron por ello. Pero quien crea que fue una divinidad que vino para redimir nuestros pecados, pues mi más sincera enhorabuena. No tengo nada que decir al respecto, sólo qué él o ella debería estar bastante más indignado que yo, aunque sé que no es fácil. Y aunque no creo en la historia que se cuenta, en realidad no resulta importante, porque lo valioso nunca es la historia en sí misma, sino más bien lo que se puede extraer y aprender de ella. Y, al margen de creencias, paseos sobre las aguas y resurrecciones, podemos encontrar elementos verdaderamente valiosos, sobre los que la sociedad y sus miembros se empeñan en orinar año tras año. Porque si hay algo que se quiere destacar es la humildad porque el hijo de Dios, que podría haber nacido como un jeque, nació en un miserable pesebre pasando frío. Un ejemplo que habría que conmemorar, pero oye, ya que nació en un pesebre, compra angulas y ponte ciego a langostinos. Eso sí, con luces y adornos, para que sea todo un poco más modesto. Y vístete lo más elegante que puedas, aunque vayas a cenar con gente con la que normalmente cenarías en pijama. La excusa común, igual que lo de casarse por la iglesia, que es por no dar un disgusto a la abuela, es que lo bonito es reunirse con la familia. En mi caso, no conlleva nada diferente a ningún día, por lo que es absolutamente estúpido. Y en el de los demás, os podéis reunir cualquier otro día y no tenéis que poner las chorraditas navideñas de rigor. También estás los niños, donde los haya, porque no se les puede dar el disgusto de sentirse diferentes, así que es mejor hacer el panoli como borregos, como todos los demás.
Porque lo bonito de la humildad y el espíritu navideño son los regalos. Alguien se inventó la memez de los Reyes Magos, que ni eran magos ni tienen nada que ver con la estúpida historia que se cuenta: -"Te traemos oro, incienso y mirra para el niño recién nacido" -"Oh, qué útil, nos vienen fenomenal para tapar los excrementos de la mula y el buey". Hay que hacer regalos porque todo el mundo hace regalos. Patético. ¿por qué no se pueden hacer los regalos cuando a uno le dé la gana? Ah sí, por los magos de oriente y el gordo que se tira por la chimenea. Muy lógico.
Luego hay otras tradiciones hermosas, como la lotería, un invento genial para los que tanto se quejan del capitalismo. En vez de repartir el dinero común o el de los que más tienen, es mejor que juntemos todos un poquito para que se lo lleve uno solo. Muy navideño también, porque ha nacido el señor, así que voy a ver si me retiro y puedo seguir despilfarrando toda mi vida, en una Navidad sin fin. Por supuesto, la lotería más cara y la que reparte premios más bajo es a la que más juega la gente, porque puestos a actuar con coherencia...
Y los mensajes. Qué bonitos!! Esas paridas en cadena que permiten superar la barrera de los 100 millones de mensajes en una semana. Y no es una exageración. La realidad es mucho más patética que la imaginación.
Y por fin, se acaba un año más, se retiran las luces y nos proponemos propósitos ridículos que nadie cumplirá. ¡Feliz año! dicen todos. ¡Feliz entrada y salida de año! Será salida y entrada digo yo. Muy bien, gracias por desearme un buen momento entre las 23,59 del 31 de diciembre y las 0,00 del 1 de enero. Gracias de verdad, porque además eres el número 63 que me lo dice en un cuarto de hora. Me recuerda también toda la gente que me pregunta si voy a cenar solo en Nochebuena. ¡Dios! La gente se echa las manos a la cabeza como si fuera a dormir en la calle. No importa si todas las noches cenas solo, pero el 24 de diciembre no se parece en nada al 16 de myo, porque ha nacido el niño Dios. Y no se puede cenar solo, y mucho menos una tortilla o un bocadillo, aunque sean de polvorones.
Y por último, cuando nuestros buenos sentimientos volcados en billetes de cincuenta terminan, llega la cuesta de Enero. Y entiendo yo que será cuesta arriba. ¿Por qué? Porque hacia arriba y hacia abajo la cuesta es la misma, pero el recorrido distinto. Porque estábamos en lo alto de la cuesta en Diciembre, con los ahorros y la extraordinaria. Pero nos tiramos rodando hasta abajo, porque Dios se ha hecho hombre y ha nacido en un pesebre. En Enero el kilo de uvas no cuesta 35 euros, pero ya no queda mucho que gastar, porque hemos honrado a los magos de oriente. Sobre todo al que llevaba oro.

19 comentarios:

Mary Lovecraft dijo...

Ay querido Retrack qué labia que tienes.

Yo nunca tuve un sentimiento navideño definido ¿sabes? (¡¡quiero la plantilla a la carta que sortea Pizcos!! xd xd xd) porque mis padres jamás fueron religiosos, los actos religiosos eran extrictamente el bautismo, la clase de religión en el colegio y poco más, y porque era la 'costumbre' del momento franquista. Más allá, nunca hubo ninguna explicación ni implicación religiosa hacia sus hijos, tal vez por eso yo sea a día de hoy atea...o cuanto menos, areligiosa-católicamenteimpuesta-hablando.
De los aspectos de la navidad en mi casa sólo recuerdo un belencito muy pequeñito que mi madre ponía por poner y todos los años y 'nada de árbol que aquí estamos en España y eso es una americanada que lo hagan por ahí' (juasjuas cuánta ingorancia contenida en tan pocas palabras...) enfin, que nada de decoración y tal, (y yo con las ganas del arbolito desde pequeña, creo que más que nada por llevarles la contraria y porque estéticamente me llamaba mucho la atención, porque sentido, no le daba ninguno) y a lo de las cenas y tal, las recuerdo como unos banquetazos de cojones que nunca nos dábamos en otras fechas aunque nunca careciéramos de nada, nada...también sin sentido, al menos para mí.

Resultado de todo ésto:
puse mi arbolito cuando me independicé porque me dió la gana, (sin el mismo sentido con el que mi madre ponía el belén, supongo que porque me gustaba y punto), deseo feliz navidad con el mismo sentido que te puedo desear que pases buena noche hoy, o buen día al de después de navidad, y paso de comprar sin sentido y montar banquetes en estas fechas como si fuese algo especial el comer, que lo es, pero en otro sentido al menos desde mi punto de vista, siendo conscientes que millones de personas mueren por no tener qué llevarse a la boca y que yo, si tengo la fortuna de poderme permitir comer lo que quiera y todos los días, lo haré razonablemente durante todo el año, sin hacerlo de forma compulsiva (y si me apetece darme un capricho igual me lo doy el 13 de agosto, que ayer o que mañana) Los reyes magos me los paso por el forro (vamos, que tampoco tienen un sentido profundo ni superficial para mí)y si pienso en regalar algo es porque me apetece y si lo quiero hacer para 'esa fecha' o compro lo que quiero muchos antes o mucho después lo que incluye entregar ese presente mucho antes o mucho después. Paso de ser objeto del consumismo degenerado en que vivimos inmensos, de alimentar al monstruo que nos engulle, aunque parezca ser que no todo el mundo se da cuenta de ésto.

A todo esto, perdona si se te me escapa un feliz navidad por ahí, no me eches mal de ojo, es más que nada lo que dije más arriba, una costumbre sin el sentido que el populacho le suele dar y que encierra únicamente un deseo de que pases un buen día ese día, como puedo deseártelo hoy.

Por cierto, que pases buena noche ;)

p.d.: me repatea mucho pero mucho las reuniones 'megafamiliares-puntuales' (no me importarían si fuesen costumbre sincera en la familia) de esas de todos los tíos (tíos a los que apenas conoces), los abuelos (abuelos a los que apenas visitas), los primos (que a penas tienen contacto contigo), los suegros (con los que apenas te sueles llevar bien), los no se qué...a todo caso mis padres y hermanos y porque vivo a 1005 kilómetros de ellos, y este año no podré verlos.

un besaco :*

Anónimo dijo...

Pues a mi las reuniones familiares me encantan. Eso sí, las reuniones familiares con la misma familia que nos reunimos en cualquier fiesta/acontecimiento/oportunidad que podemos. Para nosotros la navidad es otra excusa más para comernos unos aperitivos, un plato de gazpacho manchego/paella/lo que sea un café y una copa (bueeeeno, suelen ser más de una) de sidra/cava.

La navidad (como navidad cristiana) debería ser un acto (como bien insinúas) cotidiano. Si en navidad le quieres desear el bien a alguien que no conozcas bien. PERO HAZ LO MISMO TODO EL AÑO CARAJOTE!

Y es que nos gusta desvirtuarlo todo.

Para que te hagas una idea de dónde llega la cosa. Tengo enfrente de mi trabajo una tienda de decoración. Plantó el dichoso arbolito EN OCTUBRE!!!!

No me enciendo más que no tengo tiempo para hacerlo. Un saludo!

Anónimo dijo...

me gusta la navidad! no soy católico ni nada, pero me gusta la navidad! me gustan hasta las pelis de papa noel!

aunque sean 4 días al año, que la gente tenga buenos propósitos, me parece estupendo!

en cuanto a los gastos, durante el resto del año también los hay, e igual de superfluos!

los hay manos rotas en navidad y en marzo! así que...

feliz navidad ignaci ;)

María Marín dijo...

Yo casi que estoy con el tito mati. Aunque tienes mucha razón en lo que dices, me gusta pensar que alguien, en su naturaleza, es capaz de hacer algo bueno porque sí. Me hace recuperar la esperanza de que podrá encontrar el camino el resto del año. Aunque sólo se quede en el camino y no llegue a nada.

Besos!

taratela dijo...

Pues yo estaría totalmente de acuerdo contigo, si no fuera, porque en mi familia estamos cada uno por un cerro y resulta que por el acto social navideño, todos conseguimos vacaciones esos días y hay que aprovecharlo. Pero igual que lo aprovechamos en agosto, vamos.
Por lo demás no puedo decir nada, pienso como tu, con lo de cenar solo en noche buena, bueno eso solo es triste por comparación con el resto de esta sociedad que esa noche esta con gente, pero que si uno no le da importancia, pues eso, una noche como las demás.
Así que bueno, aunque es algo ilógico e incoherente con la religión, como yo no soy creyente, y los gastos navideños son los mismos que las restante épocas del año, procuro disfrutar de mi familia con la que me lo paso genial y no veo muy a menudo. ^_^

A una cosa que si me gusta es hacer el "borrego" para los niños, me gusta dejarles imaginar otras realidades. Creo que es necesario para que no se acaben convirtiendo en unos conformistas, y quien sabe quizás puedan cambiar esta porquería...

Besetes

charly dijo...

Yo como sabes, detesto muchisimo del folclore navideño, estoy al 90% contigo, el 10% que queda que me toca los cojones que sea porque somos todos unos borregos y disfruto del pedazo cena de navidad y nochevieja, que igual lo haria en otra noche pero como asi lo dicta el folclore y la familia lo hace asi pues mira que bien, a mi que me pongan "la zampa", mis copitas, que no me coman mucho la oreja y pista.Que en nochevieja me tengo que comer 12 uvas y asi ver feliz a mi madre que le gusta este folclore, pues lo hago mas agusto que un arbusto, me gusta salir en nochevieja, pues como me gusta salir cualquier dia, pero con la panza mas llena de lo normal y medio jarreao jaja . Ahora lo que no soporto es tener que moverme de salamanca , marchar a madrid (y sabes que me gusta pero no ir a esto), ver a gente que no quieres ver o no tienes el minimo interes que no he visto en un año, y repetir la misma conversacion pero palabra por palabra con diez personas distintas...eso LO DETESTO! y lo siento pero se va a cortar ese grifo.
Por cierto me sorprende no ver el nombre de Ramon garcia con su fantastica capa...que alguien le golpee ya!!! que si que puedo cambiar de canal , lo que querais pero que ya huele este tio !

En que llevamos el numero de la loteria este año ;-P jajaja anda que...(haceros una quiniela que os toca mas y gastais menos!!!)

interpreta-sones dijo...

cáustico, pero con toda la sensatez. estoy bastante conforme, pero desde el desapasionamiento. vamos, que a mi la navidad ni fu ni fa. aunque éstas precisamente van a ser jodidas, porque eso de "vuelve, a casa vuelve, por navidad" cuando ya nunca podrá ser posible es triste, y eso sí que no me gusta nada.

Annabel dijo...

La Navidad es un montaje, como casi todo en esta vida.
Un saludo.

Inma Cañete dijo...

De todo lo que has dicho, una de las cosas que más odio es lo de ¡FELIZ AÑO! Y verás como esta vez también lo digo...Soy una vil borrega.

Liz dijo...

hace tiempo que la navidad se convirtió en vacaciones de invierno, en gente que se tira a la calle a comprar y gastar lo que tiene e incluso lo que no, y en luces (por muy de bajo consumo que sean) que alegran y entristecen por igual.
Pero a mí me gusta. No trabajo y mis hermanos tampoco, puedo estar con mis sobrinos, que al ser hijos de padres separados no siempre "te tocan". Las reuniones son con las mismas personas que el 7 de abril si es fin de semana y sin etiquetas de por medio.
Por lo demás te doy la razón. Que alguien que no es medio persona el resto del año lo haga cuatro días y por ser navidad no tiene mérito y fingir delante de quien no quieres ver, ni agradar, tampoco (lease cenas y comidas de empresa a las que nunca asisto, familiares a los que casi nunca ves, etc). Pero... es lo que hay.
Por cierto, llevo dos meses tejiendo bufandas de colores para regalar en navidad, quieres una? :P

Feliz viernes!
un beso

MATANUSKA dijo...

TIENES toda la razón, la verdad es que siendo una fiesta religiosa, el consumismo está de más.

si la gente no es religiosa por qué entonces celebran la navidad? por qué dicen felices fiestas? acaso que celebran?

muy post.

besoss

Conxa dijo...

la manera mas inteligente de cargarse la navidad que he leido en los últimos tiempos.

Y nada que comentar, creo que está perfectamente explicado.

besos.

La estatua del jardín botánico dijo...

Creo que cada año odio más la navidad porque parece que tienes que sentirte agradecido, a rebosar de cariño para regalar. En las familias todo debe ser, en estos días, reencuentro y reconciliación. Lo detesto. Me hace sentir sola. Creo que es la época del año en que más sola me siento porque parece que la reunión y el amor se hacen institución.
Por suerte, estas navidades van a ser diferentes.
Un beso.

Logan y Lory dijo...

Desconozco si quedan reductos cristianos donde simplemente se celebra la navidad como lo que debería ser para un cristiano, una fiesta religiosa, lo que sí está claro es que el motivo para esta celebraación se ha paganizado y solamente sirve con una liberación de todas las angustias que lleva implícitas el rodar diario de todo un año. Quizá sea ese final lo que nos incita el derroche sin control, a autoconvencernos de que para el próximo año seremos todo un poco mejores.

Puede que la Navidad solamente sea un ilusorio borrón y cuenta nueva.

Un abrazo.

Miguel Rodríguez dijo...

En definitiva tiene su lado estresante.

Acá lo recibimos con el verano, lo cual le da un matiz diferente.





Por cierto, detesto los Villancicos.

germanbg dijo...

Pues no se porque te tienes que exponer al insulto, al que le moleste que se joda que no estas diciendo ninguna mentira.
SALU2

Ginebra dijo...

Tampoco me gusta a mí esta época del año, me refiero a la NAVIDAD por parecerme una costumbre y fecha de lo más hipócrita. Parece que la gente ha sido abducida a primeros de diciembre y vuelta a la Tierra con sonrisa postiza y vista de color rosa.
pero es lo que hay, amigo Retrack, bueno además de carros hasta arriba, dulces empalagosos como las propias fiestas y algo bueno: los niños disfrutan mucho con las luces (que tanto consumen) en la ciudad y la ilusión de los Reyes (aunque la casa esté llena de trastos y tengan más que suficiente).
Besos

Sibyla dijo...

Muy bien explicado sí señor, me has convencido...no voy a celebrar la Navidad!
A mí también me parece muy absurdo que se quiera comercializar con la fe de la gente.

un abrazo:)

Anónimo dijo...

Es usté encantador, lo suyo es sentido común. Estoy muy muy de acuerdo contigo, pero me pasa como a Raúl, no me altero, más bien ni fu ni fa o llámalo pasotismo.
Para empezar la nochetanbuena...me trajo rayos y centellas con tormenta, y los nubarrones siguen por aquí encima. Si es que la familiaaaaa!!!
Un beso...