viernes, 27 de febrero de 2009

Gótico

Ahora que, muy a mi pesar, me encuentro pensando en aquello mayor que lo cual nada puede pensarse, cuya grandeza, al mismo tiempo, no puede penetrarse ni expresarse, es buen momento para ofrecer unas imágenes de las grandiosas contrucciones dedicadas al inefable. Hace poco he visitado la que, según la sagrada autoridad de la Wikipedia "es la catedral gótica más grande del mundo y el cuarto templo cristiano en cuanto a tamaño tras la Basílica de Nuestra Señora de la Paz en Yamasukro, la Basílica de San Pedro del Vaticano en Roma y la Catedral de San Pablo de Londres".
Y comentaba yo que la catedral de Sevilla


no debe ser mucho más grande que la de Milán


aunque, en cuanto a gótico, la que más me impresionó fue la de Estrasburgo


a pesar de que Notre Dame tiene su encanto


y las de Reims


y Amiens no están mal


tampoco la de Colonia


La de Westminster me gusta sobre todo por su situación


y de la de Siena guardo un buen recuerdo


y también de la de Praga


En España tenenos también un buen catálogo, pero por hoy ya está bien, aunque aquí podéis encontrar de todo. Discúlpenme amantes del románico, pero para mí no hay color.

martes, 24 de febrero de 2009

Delicia de delicias

Momento de intenso placer que me atrevo a llamar felicidad, en el que todo se olvida, en el que sólo importa la sensación, en el que el goce esa tan grande que el cerebro sólo quiere concentrase en él, en esa locura transitoria que le gustaría padecer para siempre. Me ha parecido totalmente genial y me he sentido identificado, así que se me ha ocurrido compartir este bonito anuncio.

lunes, 16 de febrero de 2009

Mirando el cielo (dedicado a Matanuska)

Hoy me inspiro en el blog de Matanuska, a quien muchos conocéis, y en concreto en una de sus últimas entradas, a propósito de una imagen impresionante de una supernova, observada tiempo atrás por Tycho Brahe.Y como este señor me ha traído ciertos recuerdos, quiero retrotraerlos ahora, porque como digo, el pasado es en definitiva lo que nos constituye, porque los proyectos y lo futuro son cosa de imaginación, que también es algo muy humano, está claro. Lo importante del pasado está guardado en alguna parte de nuestra cabeza, aunque lo modificamos constantemente sin percibirlo. Sin embargo, en un universo en el que no somos ni una triste miga de pan en un lago, ese lugar en el que el espacio y el tiempo se curvan, la luz y su velocidad parecen ser la única constante. ¿Y qué es la luz? La clase de energía electromagnética radiante perceptible por el ojo humano, dice la Wikipedia. Demasiado complicado. La luz es la clase de energía radiante que nos enseña el pasado con su incesante viajar. Miras al cielo y puedes ver algo que sucedió hace millones de años, aun cuando el tiempo que se nos da es tan breve que no nos basta para comprender esa distancia. Quién sabe cuánto tiempo pasó desde la explosión de la estrella hasta la noche en que Brahe se detuvo a contemplarala, en que vio aquel astro desaparecido miles de años atrás. En el cielo vemos lo que estuvo allí, lo que nos llega de él y no lo que existe. El sol que miramos de reojo es el sol de hace ocho minutos, la luna es la de 1,2 segundos atrás, y hasta cuando nos miramos en el espejo vemos nuestro propio pasado, vemos esa ínfima fracción de segundo que ha tardado la luz en viajar desde el cristal hasta nuestros ojos.
Así que el futuro es cosa de la mente dejada a sí misma, porque con los sentidos, con la vista, lo que hacemos es reconstruir la historia del universo a cada segundo. Y lo que nos enseña esa historia es precisamente, que nos engañamos con lo que vemos y lo que pensamos, porque ese cielo no está ahí ahora (al menos no del modo en que lo veo) y ni siquiera tu cara es la que ves en el espejo. La mente inventa y engaña, mientras los sentidos te muestran la realidad tal cual es. Esta patraña de afirmación olvida que los sentidos y el pensamientos son sólo dos caras de una misma moneda, de un mismo cerebro; que no hay sensación sin pensamiento ni pensamiento sin sensación, que el uno se proyecta sobre el otro. Hubo un señor llamado Aristarco que, con poco más que aplicar el teorema de Pitágoras construyendo un triángulo que unía el sol, la luna y la tierra, esas tres esferas en torno a las cuales hemos organizado el tiempo y la historia, descubrió que el sol debía estar muy muy lejos (a ocho minutos de distancia), por lo que debía ser muchísimo más grande que las otras dos. Y así, lo normal es que los astrsos giren alrededor del sol y no de la tierra, aunque cada uno de nosotros sea el ente más importante del universo entero. Pero el sentido común, lo evidente que nos muestran los sentidos sepultó sus palabras durante muchos cientos de años, e incluso Brahe se resistía a creer a pesar de Copérnico. Pero Aristarco, como transportado por la luz, volvió a hacerse presente, como las estrellas que ahora miramos, pudiendo ver cómo eran en el siglo XVIII, en el XI, o hace ocho mil años. Así que nosotros, que disponemos de tan poco tiempo mientras viajamos a gran velocidad a bordo de esta esfera de agua y tierra, quizá seamos visibles dentro de millones de años, siempre que haya un ojo dispuesto a mirar el pasado.

miércoles, 11 de febrero de 2009

De animales y guitarras

El desparecido butanero se ha vuelto aficionado a las bicis. Y parece ser que, como a la comisión de antidopaje, a los perros no les hace mucha gracia ver a un ciclista. Para defenderse en caso de incidente, se ha comprado una navaja capaz de matar un tiranosaurio. A mí me parece bastante extraño, y no veo la utilidad de un cuchillo que se tarda en abrir 2 minutos, porque para entonces el pitbull de turno te habrá dejado cojo de por vida. Confiemos en que no tenga que usarse.
Y hablábamos de lo indefenso del ser humano, que sin armas ni herramientas no aguanta un cara a cara con un perro medianamente grande o agresivo. En realidad, en el escalafón de poderío físico, estamos justo por delante del gato, lo cual es bastante triste, aunque a mala leche no nos gane nadie. Un gorila y un orangután nos matan si quieren; y un chimpancé no te mata, pero te pega un palizón que te viste de torero.
Y así retornó a nuestra mente el espalda plateada y su conflicto eterno con el oso, del que nunca sabremos quién sale victorioso. A veces me sorprende lo ridícula que puede llegar a ser una conversación. ¿Hay algún animal capaz de matar a leches a un rinoceronte? Preguntas idiotas sin respuesta con las que perder el tiempo. El caso es que el otro día vimos un vídeo de un tigre atacando a un cocodrilo, y no lo vimos acabar pero lo tenía cogidito por el cuello y no tenía muy buena cara. Y enlazando unos vídeos con otros acabamos en los del chaval éste, que además de ser un crack es un frikazo que te cagas, porque las cosas que toca no tienen desperdicio, por ejemplo:



Aunque también le va lo clásico, no tiene problema con nada. Como dice otro crack, el día que tenga un hijo lo voy a poner a hacer el chorras desde pequeño. Lo mismo da una guitarra, que a jugar a los dardos o a hacer figuritas con cacas de oveja, que seguro que me arregla esta vida miserable que llevo con una millonada porque como decía aquél, hay dos maneras de triunfar, por la capacidad propia y por la imbecilidad ajena. Pero la segunda es mucho más fácil. Hala, feliz año nuevo



Le voy a mandar yo unas cortinas nuevas, porque de atrezzo anda regular tirando a mal

miércoles, 4 de febrero de 2009

Bolsa de recuerdos

Suena el despertador, levantas la persiana... y bienvenidos al día de la marmota. Frío, lluvia y un tono grisáceo que me acompaña desde no sé ya ni cuándo. Así que como hoy el día está siendo pura basura y creo que lo de meterme en la bañera con la tostadora no va a funcionar, he rescatado una bolsa en la que guardo cosas, porque no cabe otra denominación para ellas. Son algo así como recuerdos, o cosas que en su momento quería que fuesen recordadas. Algunas han ido a la basura, porque dejan de tener sentido cuando las olvidas, desde todo tipo de facturas, entradas o billetes hasta un aspersor y un borrador del instituto. Hay tarjetas de felicitación bastante cachondas, como una del 99 en la que mis supuestos amigos, porque eran una panda de cabrones, me felicitan escribiéndo todo tipo de ridiculeces. Y la tarjeta pone:
"Ya está aquí el bebé que con tanta ilusión esperabais". Y dentro decía: "Que él llene de alegría vuestras vidas y juntos viváis momentos muy felices". Por lo menos me parece gracioso que te feliciten el cumpleaños con una tarjeta que es para otra cosa (que no tiene nada que ver conmigo, a mí que me registren).
Pero lo que más recuerdos me trae son mis billetes de Inter Rail, con todos los trayectos bien apuntaditos, con ciudades que he olvidado, pero que también ayudan a volver a traer a la conciencia cosas que estaban por ahí almacenadas y no habían vuelto a mi mente. Ahora las cámaras digitales hacen el trabajo sucio, pero por entonces teníamos las de toda la vida y un cuadernito que usábamos a modo de diario, aprovechándo también para llenar los largos ratos de nuestras vidas que dejamos en los vagones. En fin, este tipo de cosas hay que almacenarlas, porque al final uno es poco más que lo que recuerda de sí mismo.
Y como la cosas va de cosas antiguas y vagones de tren, pues ahí está, que por más visto que esté no deja de ser tan absurdo que hace gracia.